TENIA 97 AñOS: Fallece Silvia Aponte la sepultan la mañana de este domingo

Vidadominicana
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Johnny Alberto Salazar


NAGUA.-Fueron sepultados la mañana de este domingo los restos de quien fuera definida como escritora y poetisa, ademas quien la unica mujer que ocupara el rango de coronela del Cuerpo de Bomberos de esta ciudad.


Se trata de doña Silvia Aponte Santana, quien fue despedida tras su velatorio en la Iglesia Metodista Libre, de la que fue miembra por decadas. Murio el sabado debido a viejos quebrantos de salud.



Fue pionera en el área de la hotelería en esta ciudad y una de las primeras mujeres en obtener la licencia de conducir en el país.



Silvia Antonia Aponte Santana, murió a los 97 años.



La Alcaldía encabezada por Angel de Jesus Lopez (EL COMPA), decretó  duelo municipal.



La Dama era originaria de la comunidad Canca la Piedra, Tamboril, provincia Stantiago, donde nació el 19 de diciembre de 1914 y segun relatos de ella misma, se trasladó a esta ciudad en 1936 con sus padres, quienes establecieron el primer colmado con nevera aquí.



En 1941, doña Silvia Antonia abrió el primer hotel con patente número uno al que llamó hotel restaurante Sinaí que lleva 70 años funcionando de forma ininterrumpida y que desde hace varios años esta bajo la administración de quien fuera su hija Divina Aponte.



Ademas de Divina, fue la madre del comerciante Napoleón Vasquez Aponte y Milagros Arias Aponte.


Napoleón Vasquez Aponte, fue el hijo del primer matrimonio y junto a su madre llego a Nagua en la desde la citada comunidad de Moca.


Publico tres ediciones, de su libro “Mis poemas y algo más”, piezas que cobraron notorieda en actividades sociales y religiosas.


Se desempeñó a favor del pueblo en casos de emergencias como presidenta de la Defensa Civil por doce años, desde 1974 hasta 1986, además presidió la Cruz Roja aquí.


Esta mañana las emisora Nitido Rayo 101.7 y Vida FM 90.1 cambiaron su programacion en honor a la distinguida Dama.



Cientos de personas, entre estos religiosos, politicos, comerciantes y otros pasaron por la Iglesia Metodista Libre y acompañaron sus restos mortales hasta su ultima morada.

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