Por Carlos Feliz CuelloAlrededor de las 10:00 am de este día 26 de mayo, se nos fue un grande. Unos de esos imprescindibles, indoblegable, consecuente, humilde; convencido de la causa justa, intransigente con el enemigo. Solidario. Se nos fue Tancredo Vargas.
La noticia la recibí de uno de sus hermanos inseparables de lucha, Miguel Medina, mientras me desplazaba por la autopista del Este, hacia San Pedro de Macorís, con una comisión del Colegio Medido Dominicano a investigar un brote del Cólera en barrio Blanco de dicha provincia
-“Hola Miguel, ¿Como va todo?, le pregunté y él respondió
-"Dr. Le tengo una mala noticia, a Tancredo le dio un infarto y está ingresado en cuidados intensivos en Siglo XX1 de aquí-San Fco".
-"Pero tráiganlo a CEDIMAT"
-"No, está muy mal, no se puede".
-"Pero desde que esté en condiciones de trasladar, tráiganlo a CEDIMAT".
-"Veremos”.
Solo pensé en ofrecerle lo último de la tecnología y excelentes recursos humanos que están disponibles en el país, en el área cardiovascular para salvar al hermano. Total, si duraba muchos días, como suele ser en estas enfermedades y no aparecían recursos para pagar la estadía, no había problemas; ya que finalmente, ese centro fue construido y es financiado con recursos del pueblo. Y lo importante en este caso, era el servicio.
No imaginaba que el camarada Medina me estaba dando el adiós físico de Tancredo. No pensé en el complejo procedimiento quirúrgico que se practicó años atrás y las complicaciones que podrían sobrevenir.
Apenas, cuatro días atrás, el pasado Domingo 22, en el 1er. Encuentro Público Nacional de la Coalición de Movimientos Políticos y Personas Independientes, en el Colegio Médico Dominicano, Tancredo encabezaba la mesa directiva unitaria de un rico y tortuoso proceso que se desarrolla en el país de los sectores, democráticos, liberales, conservadores, reformistas y de izquierda.
Era el día en que la Coalición daba a conocer al país, además de algunas valoraciones sobre la situación política nacional, los pasos que se están llevando a cabo para presentar una propuesta política alternativa, antineoliberal, en la presente coyuntura electoral. Cuya característica fundamental, me decía, es:
-“Si logramos participar con una candidatura única en la presente coyuntura electoral. Presentar un programa básico o común que sustente a la misma, sin buscar muchas complicaciones. Trascender este proceso electoral del 2012. Prepararnos para el 2016, y yo diría, me decía él. Lo seguro es que, en el 2020 seremos gobierno, si trabajamos. Y finalmente, cero acuerdo con esos partidos del sistema. Más la articulación y defensa de la laucha del pueblo. Eso es clave, Carlos. Y Hacia ahí debemos trabajar”.
Esa visión sabia, resultado de su templanza, visión estratégica, convencimiento de que, este es el momento clave para acumular fuerzas y lograr ir construyendo un nuevo poder políticos y popular, ruptura con el inmediatismo, coyunturalismo, lo llevó a abrazar e impulsar este esfuerzo unitario.
Lo vi entusiasmado el domingo. Se que este esfuerzo unitario en el que estamos envuelto para presentarle una opción diferenciadora electoral al país, era uno de sus más buscados objetivo. Pero también me decía que, debíamos transformar la Coalición en una estructura nacional con características propias. Y esto, a partir del comportamiento inapropiado que veía en aquellos espacios que tienen reconocimiento electoral, lo cual condiciona, en gran medida, la situación actual de la unidad.
No hay forma de sustituirte, hermano. Te nos ha ido materialmente en uno de los momentos más difícil por el que atravesamos. Es el momento de necesitar y contar con personas de tu temple. De tu entrega. De tu convencimiento. Tranquilo, amable, observador. Guayacán de firmeza. De lento caminar, por el paso inexorable de los años.
Los que nos quedamos prestados aquí, en estas tierras dirigida por traidores y malos dominicanos, como les llamó Juan Pablo Duarte, estamos en el deber de continuar tu obra. O por lo menos, parecernos a ti.
Donde tú estés. Por lo menos en mí caso. Se que te transforma en otra forma de materia orgánica. Tus recuerdos habrán de convertirse en fibras de acero. Impenetrable a la claudicación, a la simulación, al engaño. Y servirán de abono para que el pueblo pueda conseguir su liberación, su independencia, y su soberanía.
Como tu nos decías en muchas oportunidades, al igual que otros compañeros. En estos momentos hagamos todo lo que debemos hacer para que este esfuerzo unitario no fracase. Si fracasa que sea por otros. Y fortalezcamos la Coalición. El último espacio político orgánico nacional en el que militaste.
Tu partida física, hermano, nos compromete a redoblar el esfuerzo del que tú fuiste y eres parte espiritual importante en estos momentos, para lograr los objetivos que nos hemos trazado.
Mañana, estaremos junto a ti, todo los que podamos estar. Venceremos, hermano.
Te confieso no puedo seguir escribiendo.
carloscuellofeliz@gmail.com
