Por Robert Vargas /Fotos Cinthia Polanco
Fuente: Ciudadoriental.org
Mao.- Aquí, en el parque de Mao se concentraron militantes revolucionarios llegados de lugares cercanos, de Navarrete, de la capital y San Cristobal.
Lo hicieron con un propósito claro y definido: llamar la atención del país sobre la presencia militar estadounidense en este terroritorio bajo el manto de una presunta "colaboración humanitaria".
Antes que los militantes, liderados por Narciso Isa Conde, del Movimiento Caamañista; Fernández Fernández, del Movimiento Pular Dominicano, y de Iván Rodríguez, del Partido de los Trabajadores Dominicanos (M-L), lo hicieron los miembros de los servicios de inteligencia del J2, del Ejército Nacional.
Se infiltraron entre lamultitud y, comenzaron a fotografiar directamente a la cara a los que llegaban.
Su actuación fue descarada. Perversa, abierta y provocadora.
Al ser descubiertos y puestos en evidencias fueron obligados a abandonar el parque donde se reunían los anti imperialistas.
Aún así, dejaron a otros infiltrados que se hicieron pasar por "reporteros", y como "ciudadanos comunes que querían tener un recuerdo" de la protesta.
Entre estos agentes del J-2 habían algunas mujeres.
Estaban a plenitud grabando en vídeo y con fotos a los muchachos que colocaban pintadas contra la presencia de las tropas.
En algún momento, próximo a las 5.00 PM, la marcha inició con las consignas de "Muerte al yanqui, agresor" y "Fuera yanquis de Quisqueya!".
Una multitud de policía los vigilaba.
A la vanguardia una patrulla policial, dentro de los manifestantes, incrustados y con cámaras en manos, los agentes de la inteligencia del J-2.
Al fondo, junto al cementerio local y a una distancia de unos 300 metros de la Fortaleza Benito Monción, sede de la Cuarta Brigada de Infantería del Ejército Nacional, habían sido colocadas dos cordones policiales.
El primero, listo para arremeter con sus porras contra los defensores de la soberanía nacional; los de la segunda fila, unos diez metros detrás de la primera, con granadas de gases lacrimógenas y armas letales.
Se había preparado "para la guerra" en defensa de las tropas estadounidenses.
La correlación de fuerzas las favorecía.
Por eso, los manifestantes actuaron con cautela, sin dejar de gritar sui defensa de la soberanía nacional justo el 28 de abril, fecha aniversaria de la segunda invasión militar estadounidense.
Un par de jóvenes de Mao, uno de estas, una mujer, caminaron de frente llevando una bandera nacional hasta colocarse extaxtamente frente a las narices de la policía. Detrás, la multitud de anrti imperialistas le siguió.
Unos y otros, policías y defensores de la soberanían se respiran frente a frente.
Era un momento de tensión. Cualquier cosa podía ocurrir. Cualquiera.
Era evidente que las tropas tenían ordenes de cargar contra los manifestantes. En sus ojos se le notaba la zaña.
Allá, al fondo, en la fortaleza, estaban las tropas dominicanas y estadounidenses, aliadas, unidas. Lejos de los manifestantes.
Quizás ni siquiera escucharon cuando frente al cementerio, frente a las tropas policiales, los revolucionarios entonaron las notas del Himno Nacional dominicano.
Lo hicieron llenos de orgullo. Allí estaba concentrada la Patria.
Lo hicieron llenos de orgullo. Allí estaba concentrada la Patria.
Narciso Isa Conde e Ivan Rodríguez dieron breves discursos en los que denunciaron que la operación denominada "Más allá del horizonte" es una máscara para esconder los planes de invasión estadounidenses con el propósito de fortalecer su posición geo estratégica y apoderarse de inmensas riquezas no renovables existentes en el subsuelo del territorio dominicano.
Convocaron al país a confrontar los planes ocupacionistas.
Convocaron al país a confrontar los planes ocupacionistas.
Se trató de una nueva jornada anti imperialistas, 46 años después de producirse la segunda invasión militar estadounidense a la República Dominicana.