Por Reynaldo Hernandez Rosa
San Francisco de Macorís.- Luego de tres revisiones íntegras al informe que diera a conocer el Departamento de Estado de Estado Unidos, en materia de narcotráfico sobre el desempeño de la República Dominicana en el pasado año, no encontré los ¨¨elogios¨¨ que titularan en varios diarios impresos, grafómanos bien pagados dentro de la federación corporativa que hoy los cobija.
Al menos que mi obtusa capacidad no ¨¨ubicara¨¨ tales elogios que hiciera el organismo, donde las bocinas de marras insisten en vender el ¨¨reconocimiento¨¨ en materia de lucha contra el narcotráfico en la isla.
Acaso es elogio lo divulgado por el Departamento de Estado, cuando revela que los polos turísticos del Este han pasado a ser centro de acopio y salida de grandes cantidades de estupefacientes.
Tremendo elogio el que establece que en la isla se cultiva marihuana para consumo local, sembradíos ubicados en la zona limítrofe con Haiti.
Elogioso es, que ¨¨el gobierno no tiene política en materia de controlar el trasiego de drogas narcóticas, no obstante, la corrupción sigue siendo endémica en la sociedad dominicana¨¨.
Es sumamente ¨¨elogioso** lo establecido en el informe del Departamento de Estado, cuando da a conocer que ¨¨que numerosos policías, militares y funcionarios han estado implicados en una serie de actividades corruptas, incluyendo tráfico de drogas y lavado de dinero¨¨.
A juicio de los grafómanos circenses del periodismo corporativo, constituye un reconocimiento a los esfuerzos que en materia de drogas viene ejecutando el país, empero, ¨ que unidades entera implicadas en narcotráfico o que colaboran con narcotraficantes. Pero al parecer es un elogio que 408 miembros de la Dirección Nacional de Control de Drogas, DNCD, fueran despedido, incluyendo altos oficiales, por razones corruptas¨¨.
Además de otros renglones en materia de drogas, el informe del Departamento de Estado de USA, recuerda ¨¨ la percepción del 67 por ciento de la población cree que la corrupción es peor que en años anteriores¨¨.
Al menos, que fuere otro el informe que di lectura en tres ocasiones, no encontré de los ¨¨elogios¨¨ que las bocinas del buen vino y fina ingesta dicen estableciera el Departamento de Estado de Estados Unidos, sobre el desempeño en materia de drogas de nuestras autoridades.