Por el Padre Rogelio CruzSiempre me llamó poderosamente la atención la frase de la ex presidenta de Chile, la Señora Bachéele, en el momento del Terremoto de ese País cuando dijo: que Chile no necesita ninguna ayuda del exterior y pensaba en mis adentro, pero y qué estará pasando y ella lo dijo los chilenos resolveremos nuestros problemas.
Esa frase se me quedó grabada en mi mente y en mi corazón, pero en aquel momento como estabamos apoyando a los haitianos no pude hacer gran cosa hasta que ahora en el mes de julio he tenido la oportunidad de trasladarme hasta el lugar donde en Chile más afectó el terremoto y el tsunami.
La primera ciudad que visité fue Santa Cruz, una Ciudad antigua, con la mayor parte de sus construcciones de adobe; el adobe es un ladrillo hecho con lodo y basura y a decir verdad es una mala construcción, pues así mismo allí no quedó nada, fueron miles y miles de casas que se fueron al suelo.
Luego fuimos a la ciudad de Talca, donde nos encontramos con la misma realidad, la misma construcción yn la misma situación de desastre.
Luego fuimos a la Ciudad de Constitución, ciudad esta que fue practicamente destruida, pues allí ademas del terremoto, le tocó la desgracia del tsunami y eso acabó con todo.
Allí nos encontramos con la realidad de que CHILE AYUDA A LOS CHILENOS, la mayor parte de la gente tiene su casa de emergencia, ha habido respuesta por parte de las autoridades de Chile y ha habido una respuesta de solidaridad del pueblo chileno apoyando a sus hermanos. Mi intención era ir alli apoyar, pero fui y vi que alli ha habido una respuesta.
Ahora bien no todo lo que brilla es oro, pues hay que reconocer que la vida en Chile es mejor en muchas otros paises del Continente, sin embargo la desigualdad es el pan nuestro de cada día en chile y las riquezas de Chile igual que en el resto del mundo están en manos de dos o tres o en peor de los casos en manos del capital extranjero.
