Nace la esperanza

Vida
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Por Virtudes de la Rosa

Aunque tenía referencia de la existencia de varias candidaturas aisladas que representaba una participación diferente, en el plano municipal, en el recién finalizado proceso, de mas bien, asignación de cargos electorales, me integré al apoyo del único que conocía profundamente y del que no tenia duda alguna del nivel de aceptación de su propuesta por la representación de los intereses genuinos de una pequeña comunidad cafetalera escondida entre montañas de la región sur de nuestro país.

El movimiento municipal independiente de los Cacaos que llevaba como candidato a un hombre de más de 30 años de entrega desinteresada a su comunidad y de forma muy especial a su clase, al campesinado y los trabajadores-as agrícolas de la región sur.

Su candidato Rufino Herrera, símbolo de honestidad, trabajo, entrega, inteligencia natural, coherencia, capacidad, confianza, poseedor de amplias relaciones nacionales e internacionales, basada en la confianza a su trayectoria.

Muchas otras cualidades fueron reconocidas por más del 30% de electores y electoras de los 3,425 votos emitidos, resultando el Movimiento Municipal Independiente de los Cacaos (participaron a través de la boleta del MIUCA), como la organización política individual más votada en el nivel municipal en Los Cacaos y ganadora de dos (2) regidurías, con apenas diez meses de existencia, desplaza así al PLD,PRD y PRSC de la preferencia popular como organización particular.

Lograr un nivel de aceptación que le agenció un tercio de los votantes comunitarios, en menos de tres meses de campaña, frente a las tres maquinarias electorales que han dominado el quehacer político electoral, en los últimos 40 años de vida republicana, hace crecer la esperanza de que es posible dignificar la política.

Participar en el equipo de apoyo externo de la candidatura de Rufino, nos permitió ver de cerca el engranaje de la maquinaria puesta en marcha para este proceso electoral, por los tres partidos tradicionales de la derecha dominicana (PLD-PRSC-PRD).

Pudimos ver la distribución de cajas de bebidas alcohólicas a la juventud, por un síndico en campaña de reelección con un historial de ausencia total, que vive en la ciudad capital a más de dos horas de distancia de la comunidad que debe gobernar.

Observamos la distribución de dinero, la compra de cédulas, el secuestro de cédulas y de tarjetas de solidaridad para impedir el voto, a personas pertenecientes al movimiento municipal , vimos e incluso grabamos a los camiones del candidato de la alianza PLD-PRSC distribuyendo funditas el 15 de mayo a las 10:00 pm., los vimos intimidar a la población con más de 10 vehículos de lujo, ocupados por personas con fachadas atemorizantes y con armas largas ante la mirada indiferente de los agentes policiales y la contemplación aterrorizada de la población, que optó por recogerse en sus casas.

Escuchamos a la población decir que habían pagado votos a 10,000, 20,000 y hasta 30,000 pesos, en una pequeña comunidad cafetalera llena de miseria de apenas 8,000 habitantes y menos de 4,500 votantes.

La abstención en El Cacao fue forzada, para limitar los votos de los simpatizantes del movimiento municipal, sin embargo, fue esperanzador ver como la población sencilla protegía su decisión de votar por el movimiento municipal independiente, llevando su carnet de identidad a guardar a casa de vecinas, por temor a que le fuera robado durante la noche y resultó doloroso y aleccionador al día siguiente, el lamento de quienes no tomaron la precaución y sus documentos de identidad sencillamente habían desaparecido.

El caso más lamentable fue el de un profesor reconocido de la comunidad, que fue encontrado, primero comprando cédula y luego entregando boletas educativas, que debían ser depositadas en las urnas y traída la verdadera, como prueba de que no se había votado por Rufino, para a cambio él hacer entrega del dinero prometido.

Las filas de los colegios electorales eran mercados y los miembros de la JCE, hombres y mujeres de honestidad probada en la comunidad, intimidados por el atroz poder exhibido por los sectores en el gobierno, especialmente el PLD y por la forma en que “alimentaban” a jóvenes atrapados en vicios que le convierten en peligros inminentes para toda la sociedad.

Esta experiencia fue única, era tener ante la vista los dos extremos de la política dominicana, por un lado la política sucia, el clientelismo, la corrupción en todos los sentidos, el robo, la estafa, la simulación, la impunidad, el terror y por otro un liderazgo autentico, sano, preocupado por el desarrollo de su comunidad, por la educación, la salud, la producción agrícola, los problemas medio ambientales, el deporte, etc.

Una participación honesta, educativa, en base a propuestas programáticas, a la conquista del voto de la población por la confianza, la transparencia y el trabajo en equipo.

Un extremo que ha convertido la política en una mascarada para negocios turbios y enriquecimiento ilícito y otro extremo que surge como una luz en medio de las tinieblas que promete la aparición de una forma de hacer política , como el arte de servirle a los-as demás, que replantea la ética como elemento fundamental de la política.

El Movimiento Municipal Independiente de los Cacaos es una experiencia aún pequeñita, pero que da aliento, que nos dice que es posible participar de las elecciones sin usar las mismas mañas y discurso de quienes han llevado a nuestro país al estado de calamidad existente, que es posible y necesario caminar nuevos senderos, que se puede conquistar la confianza de la gente y revertir los niveles de alienación y enajenación en el que han sumido a las clases trabajadoras y a las mayorías nacionales.

En medio del fango nace una flor, que debe crecer y multiplicarse, que hay que cuidar de que no sea contaminada con las desviaciones y debilidades que han marcado la participación de otras iniciativas.

Gente de pueblo, que no engaña a sus seguidores-as, ni se engañan entre sus dirigentes, que no se comprometen con las cúpulas neoliberales y los que tienen cuentas pendientes con este pueblo, pero que se acercan a todos los pequeños y pequeñas productoras agrícolas, y trabajadores, trabajadoras, juventud, mujeres y población en general, no importa su bandería política, si están dispuestas a trabajar para el proyecto local, bajo los principios de la justicia, la igualdad, el trabajo, la honestidad y la transparencia.

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