Reynaldo Hernández RosaCuán ágil y entregados se observa a las lebrillas autoridades de la Junta Central Electoral ante las aspiraciones presupuestaria, millonarias, unos 7 mil millones para la preparación de una de las farsas más pestíferas que tiene el axial político vernáculo: las elecciones
Al igual que la taberna del Congreso Nacional, del organismo de elecciones no se conoce nada que vaya a favor de la colectividad, donde sólo se está pendiente los dineros que obviamente, irían a llenar las árganas de los bonitillos de pasarela de la entidad oficial.
Desde hace años, cientos de miles de ciudadanos esperan que tanto la Junta Central Electoral como el adefesio del Congreso conozcan la modificación de la Ley 659, para que a través de la misma se faculte a los Oficiales de Estado Civil corregir los millones de errores asentados en las actas de nacimientos.
Pese a que un ante-proyecto descasa en las gavetas de las carpantas del Palacio Congresual, las festivas autoridades de la JCE, al parecer, más pendiente a sus trajes a la moda, sus calzados comprados en Europa así como sus monturas de sol, no dan seguimiento a uno de los verdaderos problemas que en materia de identidad atraviesan cientos de miles de dominicanos.
El ante-proyecto a la Ley 659 plantea, que errores que contienen las actas sean corregidos ipso facto por los Oficiales de Estado Civil, sin que intervenga un tribunal para autorizar la rectificación.
Igualmente, el ante proyecto busca que los cambios de nombres se hagan en las juntas electorales o en la Cámara Contenciosa sin que intervenga el Poder Ejecutivo.
Empero, el ante proyecto guardado en el Congreso, pese a que estamos de frente a un año electoral donde una gran parte de los dominicanos se ven compelidos a no poder accesar a un centro de estudios, trabajo, o viaje, debido algún ¨horror ortográfico¨ en su acta de nacimiento.
No obstante, ninguna de las maulas de la taberna del Congreso Nacional ha dado seguimiento al ante proyecto, menos aún, los bonitillos de pasarela de la Junta Central Electoral , donde los escándalos de corruptela no son dado a la luz pública fruto del axial periodístico que pulula en el organismo. Se conoce el desorden en el Departamento Legal, luego de contundentes denuncias de familiares de personas estafadas por abogados de la dependencia.
Ahora revela el encargado del UNICEF en el país, Ayacx Mercedes llamando la atención de los ejecutivos de la JCE para que regularicen la enorme cantidad de niños sin documentación, todo, porque sus progenitores carecen del mismo inconveniente.
Refiere el representante del UNICEF en el país, que el hecho es producto del círculo vicioso de la pobreza que viven millones de dominicanos, donde el veinte dos por ciento de los niños menores de cinco años, carecen de actas de nacimiento.
Ante este panorama, observamos como las autoridades de la JCE reclaman mayor presupuesto para una jodida elecciones donde una gavilla de lacras buscan alimentar su ansías putrefactas de adelgazar sus miserias a través de las federaciones políticas del patio.
Lo grave del asunto, que tanto el Congreso Nacional como la Junta Central Electoral cada dٌía pierden credibilidad dentro del conglomerado social, máxime cuando se observa como le sirven a lacras que nada aportan a la colectividad.
