Da a luz dentro de un carro mujer a la que médicos maternidad Los Mina le negaron servicios

Vida
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Por Julio Benzant
Fuente: Ciudadoriental.com

Los Mina.- Nikauris Féliz sintió como nunca sobre su ser la ferocidad de la indolencia del sistema sanitario público en la República Dominicana.

Ella, en medio de su pobreza, estaba feliz con su embarazo, como toda mujer. Ayer le llegó el día del parto.

Sintió las primeras contracciones y los dolores fueron aumentando. Ya no era posible esperar más tiempo allá, en su barrio de Villa Esfuerzo, en el oriente de Santo Domingo Este.

Consiguieron que un chófer de vehículo público, pastor evangélico por demás, Marianito Pimentel, se apiadara de esta joven mujer y tan rápido como pudo, la llevó en su vehículo al hospital Materno Infantil San Lorenzo de Los Mina.

Dentro, el bebé ya no aguantaba más, empujaba por salir y ella, tampoco soportaba más el dolor.
Exponiéndose al riesgo de padecer un accidente de tráfico, Pimentel pisó el acelerador hasta el fondo, pudo evadir los tapones y, finalmente ¡Uf!, llegó al hospital.

En pocos segundos, casi volando, sacaron a Nikaulis del vehículo y la llevaron hasta la sala de emergencias.

Ella se quejaba, pero aún así somportaba porque pronto tendría en sus brazos a su bebé.
Sin embargo, las cosas no salieron así.

Nikauris no tenía seguro médico, ni siquiera el SENASA. Solo tenía su humanidad y, dentro de ella, a su bebé.

Los médicos que la atendieron en la Sala de Emergencias, como es su costumbre con los pobres, le hicieron "el caso del perro".

Tomaron una libreta entre sus manos y, en forma displicente, le sugirieron que fuera a un establecimiento comercial, fuera del hospital.

-"Hágase esa sonografía y vuelva".

Nikauris no sabía que hacer, el bebé empujaba y el dolor aumentaba. Los médicos no se inmutaban.

El pastor, vistas las circunstancias, introdujo a la mujer en el vehículo y corrió con ella rumbo al establecimiento en que le haría la sonografía.

Sin embargo, antes de cinco minutos, ya estaban de regreso.

Ella, con las piernas abiertas. Entre las piernas, el bebé. allí rompió placenta y allí parió.
A su regreso, los médicos tampoco querían moverse hasta que, finalmente, apareció un paramédico, que tampoco supo qué hacer un gritó:

-"¡Que venga una pediatra!".
Minutos más tarde, se presentó la pediatra con una nava en las manos y, de un solo tajo, le cortó el cordón umbilical que mantenía a la criatura atada a su madre.

Por fin apareció un camillero que llevó a la pobre mujer hacia la sala de emergencias en una silla de ruedas.

Minutos más tarde, le llegó la triste noticia:

-"¡El niño murió!".

-"¡Coño! ¡Murió no!, ¡Lo mató el hospital!", gritó un hombre indignado.

El video a continuación, ilustra mejor lo que les hemos contado.
De verdad que esto da rabia, aunque Bautista Rojas Gómez, el Ministro de Salud diga que el sistema sanitario anda bien.

Que se lo diga a Nikaulis, al pastor y sus amigos porque nosotros, después de ser testigos de lo que les contamos, no podemos creerle.

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