SANTO DOMINGO.- La Policía Nacional someterá a la acción de la justicia en las próximas horas al cabecilla de una red mafiosa con ramificaciones internacionales que se dedicaba a filmar de manera ilegal a parejas en moteles y a otras prácticas ilícitas para luego chantajear con altas sumas de dinero a personas de cierta solvencia económica.
El arresto se materializó luego de que se reportaran varias denuncias de personas afectadas, por lo que por más de dos meses se les dio seguimiento a los implicados en la operación ilícita a través de la Dirección de Investigaciones Criminales, bajo el mando del general Héctor García Cuevas, quien ordenó al Departamento de Alta Tecnología de la Policía (DICAT), para que en coordinación con la Dirección de Inteligencia Delictiva (DINTEL), y su titular general Ciriaco Núñez, dieran seguimiento al caso, logrando apresar en una primera acción Marino Enrique Vilorio y José Bianney García, mientras horas después se detuvo al cabecilla Francisco Carela Castro, hijo del primero de los detenidos.
Dos de los apresados ya fueron sometidos y se les impuso medidas de coerción, consistente en seis meses de prisión preventiva y visita periódica, mientras que Carela Castro será presentado en las próximas horas.
Fruto de la operación fueron realizados allanamientos en la calle Presidente Vásquez, número 289, sector de Alma Rosa, Santo Domingo Este, donde opera la agencia de Detectives “Seguridad V.I.P Group”, y en la calle Cuarta, número, residencial Tropical, en el mismo municipio.
En ambos casos los oficiales actuaron amparados en órdenes de allanamientos, dictadas por autoridades competentes
Mientras se analizan evidencias que pudieran relacionar a los detenidos con al menos un sonado caso de sicariato.
Mientras se analizan evidencias que pudieran relacionar a los detenidos con al menos un sonado caso de sicariato.
La Policía empleo sofisticada tecnología para analizar el modo operandi de la banda, lo que llevó a un seguimiento y ubicación para luego apresar a los responsables de estos hechos, en varios lugares de la provincia Santo Domingo, contando con órdenes de allanamientos y arrestos en cada caso, y acompañados de representantes del Ministerio Público.
Se estableció que los detenidos instalaban sofisticadas cámaras de espionaje inalámbrica de forma oculta en los moteles, especialmente en las habitaciones VIP, para luego capturar los videos de las relaciones íntimas de altas personalidades, procediendo darle seguimiento en vehículos alquilados en dealers, teniendo así su ubicación residencial.
Luego de obtener esta información, los estafadores y extorsionadores, con la identificación de las victimas empezaban a ejercer presión a través de la red social facebook desde más de 10 cibercafé, donde duraban entre 10 a 20 minutos.
Fruto de la extensa investigación, los investigadores determinaron que utilizaban teléfonos denominados “macos” activados mediante el robo de identidad los cuales solo encendían para solicitar dichas extorsiones, solicitando que les enviaran en varias partidas altas sumas de dinero en dólares hacia ciudadanos Peruanos a través de las compañías de envíos de valores.
Dichos delincuentes trababan de burlar a los ciberpolicias a través del uso de la tecnología, pero les fue imposible debido a los altos conocimientos técnicos del personal y las modernas herramientas tecnológicas de última generación que posee la Policía a través del DICAT.
En los allanamientos se ocuparon computadoras, cámaras de vigilancia, cámaras de video, lapiceros de grabación, instrumentos para escuchar a largas distancia, cámaras inalámbricas, centenas de CD y DVD, casetteras de grabaciones, cientos de grabaciones en cintas, lectores de memorias y decenas de memorias, también se ocuparon los celulares y SIM CARD de números que se utilizaron en las extorsiones, las carátulas impresas con las victimas haciendo el amor y una escopeta calibre 12 de manera ilegal, un cargador de AK47, un cargador de pistola 45, municiones de armas largas y cortas, así como falsificaciones de órdenes de intercepción telefónica, y cientos de documentos y expedientes impresos de ciudadanos los cuales se estudian para identificar la realidad de los mismos.
A una de las víctimas lograron estafarlo con US$11,000.00, dinero que fue enviado a una persona física en Perú, quien a su vez remitió al país y lo recibió otra persona de la red, quien es buscada de manera activa.